La mayoría de los cristianos imaginan escenas similares a las de una película, donde una persona va conduciendo su auto o piloteando un avión, y de repente ¡esos vehículos se quedan sin conductor o piloto!
Después del rapto, creen que el mundo experimentará gran agitación, caos y sufrimiento. Visualizan un tiempo de gran maldad, aumento del desorden y caos alrededor del mundo; esto conducirá hacia los juicios finales de Dios sobre la tierra. Según la interpretación común de muchos cristianos evangélicos y dispensacionalistas, el Anticristo aparecerá después del rapto de la iglesia. La creencia es que, tras el rapto, iniciará un periodo de caos y confusión global durante el cual él emergerá como un líder carismático que traerá una aparente paz y estabilidad al mundo.
Este líder engañará a muchas personas, estableciendo un gobierno global y eventualmente exigiendo adoración. De alguna manera, este período incluiría un tratado de paz con Israel y otros eventos que, según muchos, están descritos en el libro de Apocalipsis y las profecías de Daniel.
Indudablemente, si el rapto ocurriera hoy y no fueran arrebatados, implicaría enfrentar grandes calamidades. El Anticristo es considerado como el principal agente humano detrás de la persecución y el sufrimiento de los inconversos y cristianos fríos que se quedaron atrás. Durante este periodo, se supone que estas personas podrán alcanzar salvación por ellos mismos si se arrepienten, pero sin la ayuda del Espíritu Santo, porque se supone que éste será quitado de la tierra para permitir que el anticristo comience a actuar, y usan de prueba 2 Tesalonicenses 2.
Asumen que este hombre será un instrumento de Dios para probar la fe de los creyentes y para traer justicia. Dios, en este contexto, tendrá el control total sobre los eventos, pero permitirá que este personaje lleve a cabo sus acciones como parte del plan profético. Este plan culminará con su derrota y la intervención directa de Jesús en su segunda venida, trayendo la restauración y el establecimiento de su reino.
Espero haber resumido adecuadamente la idea que muchos cristianos tienen de los eventos relacionados al Anticristo, el rapto y la gran tribulación.
Padecer por Jesucristo es un privilegio que no todos quieren aceptar
La angustia y el miedo, derivados de la persecución, es algo que inherentemente todos los seres humanos rechazamos, especialmente el temor que provoca el Anticristo. Desde el punto de vista humano, es comprensible, puesto que nadie en su sano juicio quiere sufrir, incluso los cristianos. Pero si tú estudias las escrituras y eres guiado por el Espíritu Santo, sabrás que los cristianos debemos padecer por Cristo, tal como lo declara Pablo en la carta a los Filipenses 1:29: “Porque a vosotros os es concedido, por amor de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él.”
De acuerdo a las palabras de Pablo, sufrir o padecer por causa de Jesucristo es un PRIVILEGIO, no un castigo; sin embargo, ¡los nuevos evangelios pregonan que debemos gozar y disfrutar de los beneficios de ser príncipes e hijos de Dios! Pero de acuerdo a las escrituras, esa forma de pensar es una herejía.
Si tú eres un cristiano temeroso y un hijo de Dios nacido de nuevo, no debes temer a los padecimientos, y tampoco debes poner atención a voces que te dicen que si no te vas en el rapto estás perdido, porque el Anticristo te va a torturar y matar. El mismo apóstol Pablo dice en 2 Timoteo 1:7: «Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.» De manera que, si somos hijos de Dios, ¿por qué temer?
No cabe la menor duda de que cada día que pasa, la economía se vuelve más difícil, violencia por doquier, inmoralidad, homosexualismo, pornografía, guerras, pestes, terremotos, hambrunas, temperaturas récord, y el aumento exponencial de la ciencia en todas sus ramas, nos dicen que vivimos en el tiempo que el Señor Jesús llamó: “PRINCIPIO DE DOLORES,” la cual es la etapa previa a su regreso.
A pesar del caos, debemos confiar en que el Señor nos dará la fortaleza para salir adelante. “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Juan 14:27. El mundo te ofrece una falsa paz que se reduce a un buen empleo, una bonita casa o una buena cuenta en el banco; pero el Señor ofrece una paz en medio de la angustia, del dolor y la aflicción. “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33. Jesucristo venció al mundo, y si hacemos conforme a su voluntad, él nos dará el poder para vencer también.
También Pablo nos dice en la epístola a los Romanos 5:3-4: «Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza.»
Estos versículos demuestran que las pruebas nos ayudan para bien. Las pruebas producen en el cristiano paciencia, esperanza y nos llevan a la perfección. Debemos entender que Dios siempre nos proveerá una manera de soportarlas o superarlas; si no pasamos por ellas, nuestra fe no está completa. En otras palabras, si no somos probados, no alcanzaremos las promesas, simple.
Si eres un atleta, tú te preparas mucho para competir y ganar, te sometes a dietas rigurosas, entrenas todos los días y haces muchos sacrificios para una competencia que puede durar segundos. Así en todas las áreas de nuestra vida, tú compites contra otros para alcanzar tus metas. En la escuela, pones tu empeño y compites con tus compañeros de clase para lograr graduarte con honores si es posible. En tu trabajo, tú te esfuerzas para alcanzar una mejor posición y, obviamente, un mejor sueldo. ¿Tú crees que, para alcanzar las promesas de Dios, no tienes que esforzarte?
Pablo nos pone un ejemplo de cómo alcanzar la gloria de Dios. 1 Corintios 9:24-25 dice: «¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.»
Para el cristiano moderno, resulta extraña la forma en que Jesús triunfó, puesto que no estamos acostumbrados a padecer, por lo menos para los cristianos occidentales, ya que tenemos libertad de culto. Pero, para aquellos que son perseguidos en otras partes del mundo, únicamente por ser cristianos, entienden verdaderamente lo que significa padecer por Cristo. ¿Cómo es posible que Jesús venciera las huestes de maldad y a la muerte misma… derramando su sangre?
Nosotros sabemos que Cristo triunfó con su muerte en la cruz del calvario, eso es lo que hemos aprendido. Pero… ¿no te parece paradójico? ¿Vencer siendo humillado, azotado, vituperado y finalmente asesinado?
La lógica no encaja en sus actos. Por eso Pablo dice en 1 Corintios 1:18-19: “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Pues está escrito: Destruiré la sabiduría de los sabios, y desecharé el entendimiento de los entendidos.”
¿Has escuchado predicadores decirte que nosotros no debemos padecer, porque Cristo padeció por nosotros? Sin embargo, la escritura dice que los verdaderos hijos de Dios padecerán persecución y angustia. En 2 Timoteo 3:12, el apóstol Pablo menciona: «Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.»
La obediencia nos lleva a la perfección
¿Pero cuál es el objetivo de los padecimientos? ¿Acaso no es suficiente con asistir a los cultos regulares, ayudar a los miembros de mi congregación y dar los diezmos y ofrendas?
Los sufrimientos de los verdaderos hijos de Dios tienen el objetivo de perfeccionarlos, de la misma manera que Jesús fue perfeccionado. Hebreos 5:8-10 dice: “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.”
Jesucristo, por todas las cosas que padeció, aprendió obediencia, y a través de ella fue perfeccionado. Su obediencia fue el vehículo que lo condujo hacia la perfección que debía alcanzar. Jesús hizo todo lo que el Padre le ordenó hacer, incluso someterse al escarnio de su misma creación. Jesús fue obediente hasta la muerte. Filipenses 2:8 dice: “Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”
Hoy las cosas son muy diferentes, muchos pastores piensan que el evangelio es solo una fuente de ganancias, especialmente para ellos. Creen y enseñan que todos los cristianos deben disfrutar al máximo las bendiciones materiales que, según ellos, Dios ofrece. Y para convencerte de eso, usan un evangelio blando, permisivo, lleno de palabras de aliento, consejos de buena convivencia, prédicas de un solo versículo bíblico, el único versículo que vas a escuchar en los 20 minutos de prédica, pero jamás señalando el pecado, y mucho menos te preparan para el encuentro con tu Dios. Aún no comprenden el propósito de los padecimientos; por lo tanto, huyen de ellos.
No entienden que deben padecer por Cristo; ellos creen que él y sus apóstoles eran quienes deberían sufrir para que nosotros gocemos de las bendiciones del Padre. Este tipo de cristiano lo único que demuestra es que no está cimentado en la palabra, porque carece de raíz, y cuando venga el día de la prueba, no podrá sostenerse, como dice Marcos 4:17.
Todos sabemos lo que los primeros cristianos fueron perseguidos por casi 300 años, hasta que el emperador Constantino decidió unirse al cristianismo. Muchos de ellos murieron siendo espectáculo público en el coliseo romano. Fueron apedreados, lanzados al foso de los leones y muchos de ellos, crucificados por anunciar las buenas nuevas del Reino. Ellos recibieron de primera mano el único evangelio, no le cambiaron nada, no lo alteraron en ninguna manera, porque entendieron cuáles eran tanto las promesas como las demandas para alcanzarlas. Ellos no solo lo entendieron con su mente, sino que lo recibieron en su corazón. Estaban convencidos que para ser perfeccionados y alcanzar buen testimonio, la fórmula eran: los padecimientos, la fe y la obediencia.
Si deseas profundizar un poco más sobre las causas de la persecución de los cristianos, te invito a que escuches nuestro estudio: La Persecución de los Cristianos.
Debemos alcanzar la perfección en la tierra
Ahora bien, muchos piensan que el pueblo de Dios no será alcanzado por la tribulación, porque creen que Dios no nos ha puesto para recibir su ira, y por lo tanto, asumen, seremos arrebatados para evitar los sufrimientos derivados de la misma. Ellos usan constantemente un versículo de la Biblia que dice: “Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.” 1 Tesalonicenses 5:9.
Cuando Pablo escribió esa carta en el año 50 de nuestra era, ya había persecución, aunque no de manera sistemática por parte del estado, sino de los mismos judíos. Pablo escribió en 2 Corintios 11:23-27: “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez.”
Recuerden que fue el mismo apóstol Pablo quien dijo que no hemos sido puestos para sufrir la ira de Dios. ¿Entonces cómo se explica que Pablo sufrió persecución e innumerable cantidad de sufrimientos? ¿Quiere decir que la ira de Dios es distinta de sufrir por causa de la persecución?
La respuesta corta es: ¡Sí, son diferentes! Aunque en este estudio no vamos a hablar de la ira de Dios, podemos decirte que es diferente a la persecución, por lo cual te invito a escuchar nuestro estudio titulado: El Día de Venganza de Jehová.
Los verdaderos cristianos debemos ser probados y perfeccionados, de la misma manera que Jesucristo lo fue; esto significa que debemos PADECER igual que él. Porque “El discípulo no es superior a su maestro; mas todo el que fuere perfeccionado, será como su maestro.” Lucas 6:40. La perfección viene acompañada de padecimientos, no de la clase de padecimientos que todos sufrimos en la vida cotidiana, tales como sufrir la pérdida de un ser querido, padecer una enfermedad muy grave, quedarte sin trabajo, etc. Ese tipo de padecimiento lo pasamos todos por igual, conversos e inconversos.
Ser perfeccionados es algo diferente: es padecer persecución por el hecho de ser cristiano, es sufrir por predicar el evangelio del Reino. Es padecer por apegarte a los mandamientos de Dios y por ser una persona íntegra, es ser maltratado por seguir el ejemplo de Cristo. Es soportar angustia por hacer el bien y por llevarle las buenas nuevas de salvación a personas que te ultrajan. Es tolerar la infamia por ayudar al necesitado, especialmente a tus hermanos pobres. Esa es la forma de ser perfeccionados, no existe otro método.
Si Dios quiere darnos la oportunidad de ser perfectos, es porque nos ama y quiere lo mejor para nosotros, no porque quiera castigarnos. Jesucristo dijo que somos bienaventurados, o sea, dichosos, felices o bendecidos si padecemos persecución. En Mateo 5:10-12, dice: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”
De modo que los sufrimientos que pasarán los cristianos durante la gran tribulación son la oportunidad perfecta para que Dios nos pruebe y nos perfeccione. Los verdaderos cristianos sufrirán persecución como sucedió dos milenios atrás, con el propósito de probarnos y perfeccionarnos. Todos los siervos de Dios en el Antiguo Testamento padecieron múltiples aflicciones, tal como lo declara el autor del libro de los Hebreos 11:39-40: “Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido, proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.”
Estos versículos mencionan que los profetas de antaño, a pesar de haber alcanzado buen testimonio y de haber sufrido una gran cantidad de desprecios, cárceles y oprobios, no alcanzaron las promesas de Dios en su tiempo. Sin embargo, el autor del libro de los Hebreos dice que ellos mismos también deberían ser perfeccionados, así que Dios les proveyó ALGO mejor para conseguirlo. Ese “algo” fue la persecución del primer siglo. Esa persecución fue el medio por el cual podían alcanzar la perfección, como los profetas del Antiguo Testamento. Pero también a nosotros los cristianos de los últimos tiempos nos dará la oportunidad de alcanzar la perfección. Veamos lo que dice Apocalipsis 7:13-14: “Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido? Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.”
Esta gente será perfeccionada durante la gran tribulación; ellos lavarán sus ropas y las emblanquecerán por medio de la fe y la fidelidad a Jesucristo. Permanecerán fieles al Señor a pesar de la persecución. Esta gente padecerá de la misma forma que los primeros cristianos. En un futuro no muy lejano, los cristianos sufrirán persecución por un periodo de tiempo muy corto, pero sumamente intenso, llamado La Gran Tribulación.
Los cristianos modernos asumen que serán raptados antes de la gran tribulación, porque según ellos, la ira de Dios es indiscriminada. Creen que Dios destruirá por medio del Anticristo, tanto a los cristianos como a los inconversos por igual, piensan que nadie sobrevivirá después de la gran tribulación. Imaginan a un Dios iracundo que no puede distinguir entre píos e impíos, que viene a destruir a todos por igual. No conciben la idea que Dios los hará pasar por la gran tribulación porque no quieren sufrir, ellos están convencidos que nosotros los cristianos del siglo XXI somos especiales, intocables y… más delicados que los pétalos de una rosa. Por lo tanto, según ellos, no podemos ni debemos padecer… para ellos, Jesús y sus apóstoles son los que debieron sufrir, no nosotros. ¡Qué terrible forma de pensar!
Esta gente prefiere poner su confianza y fe en las manos de maestros bíblicos que los llenan de falsas esperanzas de bendición y prosperidad, tal como los falsos profetas hacían en el pasado. Veamos Jeremías 23:16-20: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová. Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros. Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? He aquí que la tempestad de Jehová saldrá con furor; y la tempestad que está preparada caerá sobre la cabeza de los malos. No se apartará el furor de Jehová hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los pensamientos de su corazón; en los postreros días lo entenderéis cumplidamente.”
¿Entiende esa palabra? Hoy se está cumpliendo.
Estos falsos profetas han profetizado por mucho tiempo que nada malo vendrá sobre ellos. Pero la tempestad de Dios vendrá para destruir a esos mercaderes de la fe, falsos maestros y falsos apóstoles que se lucran con la ignorancia de millones de cristianos. Dios tiene preparado un tiempo muy corto en el cual destruirá al impío, pero no solo a aquellos que la mayoría conoce como inconversos, que suelen ser los borrachos, drogadictos, mentirosos, idólatras, ladrones o corruptos del mundo. Jeremías se refiere a los profetas que llenan de falsas esperanzas al pueblo de Dios, aquellos que profetizan buenos augurios, que te llenan de ilusiones y deseos de bienestar que nunca llegarán.
Pedro nos dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?” 1 Pedro 4:17.
Ahora bien, debemos entender cuál es el propósito del Rapto
La palabra de Dios describe solamente tres casos de arrebatamientos o raptos, como el caso de Enoc (Hebreos 11:5), Elías (2 Reyes 2:11), y Jesús (Hechos 1:9). En los tres casos, existe un común denominador: AGRADARON A DIOS. Ellos fueron raptados porque alcanzaron la perfección que Dios demanda de sus hijos.
Estas personas hicieron cosas extraordinarias, pero lo más importante es que agradaron a Dios, porque fueron perfectos ante sus ojos. “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.” Hebreos 11:5.
La razón fundamental por la cual Enoc fue transpuesto es que ANTES AGRADÓ A DIOS. Ahora déjame preguntarte algo: ¿Sinceramente crees que agradas a Dios? ¿Crees que eres como el Maestro, o Elías, o por lo menos como uno de sus apóstoles?
Pablo incluso no creía que había alcanzado la estatura del varón perfecto. Para él, todos los padecimientos que sufrió no eran suficientes; aun cuando se encontraba encarcelado en Roma, él se jactaba de sus padecimientos. Él menciona en la epístola de Filipenses 3:10-14: “a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Pablo, sin duda alguna, alcanzó buen testimonio porque alcanzó la perfección a través de sus padecimientos. De modo que podemos asumir que Dios lo levantará de los muertos para ponerlo en un lugar de privilegio, tal como el resto de los apóstoles.
Ahora bien, si nosotros los cristianos del siglo XXI pudiéramos compararnos objetivamente con cualquiera de los apóstoles, los profetas o cualquier siervo de Dios, nos daríamos cuenta de la diferencia abismal que existe entre ellos y nosotros. Ahora imagine compararse con Enoc y Elías, a quienes la escritura dice que agradaron tanto a Dios, que por esa razón, fueron raptados o arrebatados.
¿Cómo es posible que los cristianos reclamemos un galardón tan grande, sin tener el derecho ni la capacidad de reclamarlo?
Sin santidad nadie podrá participar del rapto
La palabra de Dios dice que sin santidad no podremos ver a Dios, como lo declara el autor del libro de los Hebreos 12:14: “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” De modo que uno de los requisitos indispensables para habitar en la presencia de Dios es vivir en santidad y alcanzar la estatura del varón perfecto, es decir, de Cristo.
De modo que, para participar del rapto, es necesario en primer lugar: ser santos. Pero ¿Qué significa ser santos? La santificación es un proceso que puede entenderse como un llamado a vivir una vida apartada para Dios, en obediencia y pureza. Ésta vida comprende apartarse del pecado, implica separarse de todo lo que desagrada a Dios. Este aspecto de la santidad se refleja en una vida que busca evitar la maldad, la injusticia y la impureza moral. Tal como lo menciona Pablo en la epístola a los Romanos 6:22: «Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.»
La santificación requiere ser consagrados para Dios, es vivir con la conciencia de que pertenecemos a Él, y que nuestras vidas deben reflejar ese compromiso. Es un estilo de vida que busca agradar a Dios en todo lo que hacemos. No es una actuación circunscrita al grupo de hermanos de la congregación, sino que debe reflejarse en todos los aspectos de nuestra vida, con nuestra familia, vecinos, amigos y compañeros de trabajo. 1 Corintios 6:19-20 dice: «¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.»
La santidad requiere imitar el carácter santo de Dios. Esto significa vivir de acuerdo con los principios de amor, justicia, misericordia, humildad y pureza que Dios demuestra. Como Dios es santo, los creyentes son llamados a ser santos, tal como lo manifiesta Pablo en Efesios 5:1-2: «Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.»
La santidad implica obedecer los mandamientos y enseñanzas de Dios, esto incluye seguir sus instrucciones tanto en lo moral como en lo espiritual. La obediencia es una manifestación de nuestro amor y respeto por Dios. Debemos obedecer los mandamientos, éstos no deben ser vistos como consejos, sino como requisitos necesarios para entrar en comunión con Dios. 1 Pedro 1:14-16 dice: «Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.»
El proceso de santificación requiere el bautismo del Espíritu Santo
Muchos pueden pensar que es muy difícil cumplir con todos estos requisitos; y tienen razón, no es fácil alcanzar la estatura del varón perfecto. Llegar a ese nivel de santidad es una tarea titánica, a la que muchos pudieran renunciar, porque piensan que no tienen las fuerzas, o el conocimiento para alcanzarla. Por esa razón, Dios dispuso un recurso sobrenatural para que nos ayude, tanto a conocer qué es lo que Dios desea de nosotros, como para darnos el poder divino para vencer. Esto es: el Espíritu Santo.
La santidad no se puede lograr únicamente por un esfuerzo humano. El Espíritu Santo es quien transforma el corazón y la mente del creyente, ayudándole a vivir en santidad. La santificación es un proceso continuo de crecimiento espiritual y madurez en Cristo. Es el poder de Dios en nosotros quien nos revela y nos provee los recursos para vivir una vida en santidad. En 2 Corintios 3:18, Pablo nos dice: «Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.» Pablo dice que somos transformados todos los días para alcanzar su imagen por medio del Espíritu Santo.
En Juan 14:26, Jesús habla a sus discípulos acerca de la labor del Espíritu Santo en nosotros: «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.»
Este pasaje enfatiza la importancia de ser guiado por el Espíritu Santo como tu maestro, quien te guía para aprender y recordarte las enseñanzas de Jesús. Ahora quiero preguntarte algo. ¿Necesitas asistir a clases para entender la Biblia? ¿Cierras la Biblia 5 minutos después de abrirla, porque no entiendes nada? Si es así, pide al Señor que su Espíritu Santo te llene y te enseñe todo lo que debes saber.
No te canses de pedirle al Señor que te dé su Espíritu Santo, porque él no se va a negar. «¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?» Lucas 11:11-13.
Otro pasaje relevante es 1 Juan 2:27, donde te dice que para aprender las doctrinas verdaderas debes poseer la unción del Espíritu Santo: «Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.» De modo que otro requisito para la santificación, y por ende, nos habilita para ser uno de los llamados, es: ser bautizados por el Espíritu Santo.
En este punto, debemos examinar nuestro corazón y preguntarnos: ¿Tengo los suficientes méritos para alcanzar el privilegio de ser raptado?
Si respondiste NO … ¡Bienvenido a la realidad del evangelio! Pero no te preocupes, ni te sientas mal, porque la escritura dice: «Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.» Mateo 22:14. Eso significa que aunque no seas uno de los escogidos, siempre vas a ganar la vida eterna, si has sido marcado con el Espíritu Santo. Recuerda que la vida eterna es nuestro premio máximo … ¡No es poca cosa!
Si deseas conocer más sobre quienes serán los escogidos, escucha nuestro estudio titulado: ¿Seremos todos los cristianos reyes y sacerdotes?
¿Ahora bien, cuándo sucederá el Rapto?
Muchos dicen: “En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” 1 Corintios 15:52 y 1 Tesalonicenses 4:16. Estos versículos han sido la base para decir que la Iglesia será arrebatada, o raptada, en cualquier momento; en un abrir y cerrar de ojos cuando suene la trompeta.
He escuchado todo tipo de prédicas y estudios bíblicos, tratando de explicar que la final trompeta, en realidad, no es la última. Algunos dicen que la trompeta a la que se refiere Pablo era similar a las usadas en bodas judías, para llamar a los novios, o que la última trompeta era la primera de una serie de trompetas, y otras explicaciones que no habría tiempo de contarlas.
Pero no podemos quitar el hecho de que la final trompeta significa que es LA ÚLTIMA. ¡Gracias a Dios por Pablo, que escribió este pequeño detalle!
La palabra de Dios es la única que puede aclarar estas dudas, y no debemos salirnos de ella para tratar de interpretarla. A continuación, le presento varios versículos que mencionan el sonar de una trompeta. En todos y cada uno de ellos, el uso de la trompeta estaba asociado al llamado a la batalla, o para llamar la atención del pueblo a la hora de un aviso o una noticia muy importante.
“Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo, a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.” Levítico 25:9.
Usted puede buscar en las siguientes citas bíblicas que el sonar de la trompeta tiene como objetivo hacer un llamado al pueblo, que podemos caracterizar en varios grupos: el llamado a la batalla, advertencia de peligro, anuncios importantes o eventos solemnes. Estos son: Jueces 7:18; 1 Samuel 13:3; 2 Samuel 6:15; 15:10; 18:16; 20:1 y 20:22. 1 Reyes 1:34; 1:39 y 1:41. Nehemías 4:20. Job 39:24; Salmos 81:3; Isaías 18:3; 27:13 y 58:1. Jeremías 4:5; 4:19; 4:21; 6:17 y 51:27. Ezequiel 7:14; 33:3; 33:4; 33:5 y 33:6. Oseas 5:8; 8:1; Joel 2:1 y 2:15; Amós 2:2 y Amós 3:6. Sofonías 1:16. También Zacarías 9:14. 1 Corintios 14:8 y Hebreos 12:19. ¡Ojalá tengas el tiempo de corroborarlas!
Pablo dijo que el rapto sucedería durante la última trompeta, ahora bien, ¿en qué momento sonará dicha trompeta? La lógica nos dice que, si existe una última trompeta, es porque habrá otras trompetas que sonarán antes de esa. Con seguridad podemos decir que esas trompetas son las que menciona el libro del Apocalipsis; precisamente, porque allí se describen los eventos de los últimos tiempos. Es de esperar entonces que el rapto forme parte de esos postreros tiempos y, por lo tanto, esté descrito en el libro del Apocalipsis.
En el evangelio de Mateo se menciona que la trompeta sonará para avisar a los escogidos que el tiempo de su redención ha llegado. Jesucristo dijo exactamente en qué momento sucederá dicho evento. Veamos Mateo 24:29 y 31: “Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.
De acuerdo a las palabras de Jesús en Mateo 24, podemos destacar cuatro eventos principales, los cuales son:
Primero. La gran tribulación es el principio de los eventos antes de la venida de Jesús. Esto significa que los cristianos estarán presentes durante la gran tribulación, porque Jesús vendrá y juntará a sus escogidos después de esta.
Segundo. Después de la gran tribulación se presentarán varios eventos celestiales que causarán gran conmoción a los seres humanos, como lluvias de meteoritos y la caída de un asteroide de gran tamaño, Apocalipsis 8:10-11. También dice la escritura que el sol se oscurecerá. Hechos 2:20: “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto”.
Tercero. Después de los eventos celestiales, Jesús aparecerá en forma sobrenatural; este no será un evento oculto. ¡Todo el mundo lo verá! Apocalipsis 1:7, dice: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por Él. Sí, amén”.
Cuarto. Cuando Jesús descienda visiblemente, es cuando enviará a sus ángeles con voz de trompeta para que junten y recojan, mejor dicho, rapten a sus escogidos para recibirlo en el aire.
¡Éste es el momento del rapto!
Pablo confirma esta palabra diciendo en 1 Tesalonicenses 4:17: “Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
El orden de estos eventos es de suma importancia, porque el mismo Señor Jesucristo lo dijo: inmediatamente después de la tribulación, los cielos se conmoverán y… entonces… aparecerá Jesús. Y cuando Él esté visible, descendiendo de los cielos, raptará a sus escogidos para que lo reciban en las nubes. El punto clave es precisamente ese: ¡para que lo reciban en las nubes!
Esto contradice la teoría de un rapto secreto y antes de la tribulación, porque tanto Mateo 24:31 como 1 Tesalonicenses 4:17 dicen exactamente lo mismo. El rapto sucederá cuando Jesucristo descienda del cielo; ese es el momento en que los escogidos serán arrebatados para recibirlo en las nubes. ¡Ambos versículos registran el mismo evento!
Nuestra redención vendrá cuando Jesús se muestre físicamente y lo recibamos en el aire. ¡Olvídate de un rapto secreto!
Otro versículo que confirma que el rapto sucederá cuando Jesucristo descienda del cielo en forma visible es Lucas 21:27-28: “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”.
Nuestra redención, o rescate, vendrá cuando Jesús regrese a la tierra en forma visible.
Tres meses después de que el pueblo de Israel salió de Egipto, llegaron a la región del desierto del Sinaí, lugar desde donde Jehová dictaría las leyes al pueblo de Israel. Estas leyes habrían de regir el comportamiento del pueblo y su adoración a Dios. Los israelitas vieron el monte Sinaí cubierto en llamas, vieron una nube oscura que se posó sobre toda el área, hubo rayos, truenos y un viento fuerte que manifestaba la gloria de Dios. Nadie podía acercarse a él, y todo el pueblo temblaba de miedo al escuchar la voz de Dios desde lo alto.
Hebreos 12:18-19 dice: “Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más”.
La gloria de Dios en el monte Sinaí fue tan poderosa que los israelitas temblaron ante su presencia, tanto que le rogaron a Moisés que fuera él a hablar con Dios para que ellos no murieran, Éxodo 20:18-20. Cuando Jesucristo regrese de nuevo, vendrá acompañado de millones de ángeles. Será un evento mucho más grande y terrible que el observado en el Sinaí. No lo verán encima de una montaña, ahora lo verán desde cualquier rincón del mundo. Nadie se podrá ocultar delante de su presencia.
El libro del Apocalipsis capítulo 19, versículos 11 al 16, nos proporciona un panorama de cómo será esa escena. “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino Él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: La Palabra de Dios. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones; y Él las regirá con vara de hierro; y Él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.
También Apocalipsis 11:15 dice: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. Todos los reinos del mundo pasarán a ser controlados por el Señor Jesús. ¿Cree que los habitantes de las naciones van a estar contentos con esto?
Pablo dice en 1 Tesalonicenses 4:16-17: “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”.
Estos versículos de nuevo confirman que será hasta que Jesús aparezca físicamente, que seremos arrebatados para recibirlo en las nubes. Por lo cual, podemos estar seguros de que el rapto no será cualquier día de estos, ¡SINO EN SU GLORIOSO REGRESO!
Algunos maestros enseñan que Cristo vendrá dos veces: una, oculto en la noche, para raptar a su iglesia, la cual será llevada al cielo para celebrar la cena de las bodas del Cordero, y después de la gran tribulación regresa a la tierra con su Iglesia a la tierra. ¿A quién se le ocurrió tal cosa?
Mateo 24:30 dice: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”.
Los escogidos serán raptados cuando Jesucristo regrese visiblemente, no será en lo oculto. Cuando Él descienda, cuando su arcángel suene la trompeta, será para avisarle a sus escogidos que el tiempo de su redención ha llegado. Aquellos que sean raptados recibirán al Señor en las nubes, de manera que podemos asegurar que habrá un solo regreso de Jesús a la tierra, y no dos como enseñan algunas congregaciones.
Los Santos y justos que hayan alcanzado la estatura del varón perfecto tienen la posibilidad de ser tomados como dignos; sin embargo, al final es una selección que le concierne únicamente a Dios, no depende del esfuerzo del hombre sino solo de su voluntad.
Dios cumplirá la promesa que les hizo a sus siervos los profetas.
Muchos siervos de Dios de antaño recibieron la promesa de morar con el Señor por siempre. Estos siervos de Dios verán su fe y esperanza cumplida cuando Jesucristo regrese a la tierra, cuando Jesús los resucite, para que ellos también lo reciban en el aire. Isaías recibió la promesa de la resurrección, él fue uno de esos bienaventurados. Isaías 38:16 dice: “Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, y en todas ellas está la vida de mi espíritu; pues tú me restablecerás, y harás que viva”. También David dijo en Salmo 71:20: “Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra”.
También Daniel recibió la promesa de resucitar para tomar la herencia que Dios ha preparado para los que le aman y hacen su voluntad. En Daniel 12:13 dice: “Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días”.
El Señor cumplirá su promesa a cada uno de sus siervos los profetas, y esto será cumplido en la voz del Séptimo ángel, como lo declara Apocalipsis 10:7: “sino que, en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas”. Durante la voz de la séptima trompeta, o sea, durante la “última” trompeta, Dios cumplirá lo que prometió. “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. (Apocalipsis 11:15).
Recordemos que el libro del Apocalipsis fue escrito para manifestar a los siervos de Dios las cosas que sucederán pronto, no para esconderlas. En otras palabras, es una revelación de Jesús a sus siervos de los últimos tiempos, ¡Es una revelación para nosotros! Tal como lo menciona Apocalipsis 1:1. Pablo recibió parte de los eventos que sucederán en los tiempos del fin, los cuales fueron complementados con el libro del Apocalipsis, que obviamente, no había sido escrito en tiempos de Pablo.
Él confesó que no sabía todo, de modo que decía: “Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos” (1 Corintios 13:9). Es lógico pensar que él no tenía todos los detalles descritos en el libro del Apocalipsis, simplemente porque este aún no había sido escrito, de modo que no supo cuántas trompetas sonarían, pero dos mil años después, sí lo sabemos. Tampoco supo que únicamente los elegidos serían raptados. Pablo asumía que TODOS los cristianos serían raptados porque tenía grandes expectativas para sus hermanos en la fe de aquellos tiempos.
Sin embargo, si Pablo pudiera ver la condición deplorable en la que se encuentra la iglesia moderna, se llevaría una gran sorpresa al ver la decadencia y el nivel espiritual tan bajo en que la iglesia de Cristo ha caído. En lo personal, creo que Pablo no estaría tan seguro de que TODOS los cristianos serían incluidos en ese maravilloso evento. Porque sin santidad, sin obediencia, sin el bautismo en el Espíritu Santo, y sin haber alcanzado la estatura de Jesucristo, no podemos participar del rapto, el cual es el máximo galardón para aquellos que AGRADARON A DIOS.
Creemos que el que ha de venir por todo los que estamos luchando por guardar su palabra día a día a pesar de las luchas y pruebas. Animo amados hnos un abrazo
Hola el rapto es necesario para confirmar la cita de la Paz
yo tengo la fe en su palabra , el dijo que volveria , pablo habla del rapto y tengo plena fe que es asin . soy parte tuya su iglesia.
Por más que se explique y se les argumente con versículos, los pretribulacionistas no lo entienden o no lo quieren entender; y para defender su teoría del «rapto secreto» esgrimen unos dos o tres versículos todos descontextualizados.
Aaah,… El dispensacionalismo y sus teorías!
Solo puedo pensar en una cosa y es que si nuestro señor Jesús sufrió y los apóstoles también sufrieron por el nombre de Cristo , que nos hace pensar que al cristiano de esta época todo sea chevere debemos prepararnos para dicho acontecimiento sea antes , durante, o después simplemente… Leer más »
El sacrificio de Cristo… el pago todo, por todos los que ele acepten…. Para darnos, sanidad, paz, gozo, vida eterna y Salvación… (salvados incluso del sufrimiento venidero)
Entonces para ti la muerte de Cristo no sirvió de nada?
Bendiciones a todos quienes visitan esta página. Quiero empezar primeramente citando el libro de Jeremás 33 verso 3 Clama a mi y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. Para poder llegar al conocimiento pleno sin tapujos ni reservas es con esfuerzo y… Leer más »
Hay que leer bien para no caer en malas interpretaciones «Y tardándose el esposo, CABECEARON TODAS Y SE DURMIERON». Mateo 25:5 La biblia no dice que el arrebatamiento o «rapto» será en un abrir y cerrar de ojos sino la transformación de los cuerpos, que antecede al arrebatamiento. «He aquí,… Leer más »
Muy buena su aclaración yo estaba dudando de este estudio ya que la salvación es por fe en Jesucristo no por obras
Amados hermanos, veo,leo y escucho tantas opiniones al respecto que lamentablemente por esas diferencias de opiniones y comentarios dando por sentado algo tan trascendental como lo es, dicho advenimiento, es que hay tanta confusión y tantos grupos que suelen engañar y desviar del verdadero significado del encuentro glorioso del Señor… Leer más »
Que Dios bendiga sus vidas. para un mejor entendimiento de este tema del arrebatamiento es necesario saber hacer diferencia entre: la iglesia e Israel, el arrebatamiento y la segunda venida de cristo a la tierra, tribulación y gran tribulación, identificar que será la gran tribulación y hay que saber quien… Leer más »
La iglesia a que se refiere es al pueblo creyente en Dios, no un templo
El rapto de la iglesia es el primer evento relacionado ala segunda venida de cristo la segunda en el rapto el no viene hasta la Tierra Pero la venida en Gloria si la iglesia no esta puesta para ira 1tes 5:9 revise su estudio nuevamente hermano
Estoy de acuerdo contigo hno!
Una cosa es el rapto y otra la 2venida de Cristo.
Gracia y paz del Señor Jesucristo, les felicito, muy buena la explicación. me ha sido de mucha bendición.
No Gustavo eso es erroneo el rapto si existe y es ante de la gran tribulacion. La iglesia de Jesucristo no pasara por la gran tribulacion, se va antes con el Señor. Asi tambien lo enseño nuestro querido y amado Yiye Avila.
Gloria al Padre, al Hijo y A Espíritu Santo. Si, Cristo Jesús vendrá por los suyos y estaremos con El para siempre. Gracias por esta instructiva y preciosa explicación y estudio Bíblico referente al arrebatamiento de de la iglesia. Bendiciones para todos los que se interesan cada día en leer,… Leer más »
A quienes alertaba Jesus en Mateo 24? a sus Dicipulos. el que lea entienda. Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus dicípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra,… Leer más »
considere el significado de rapto, raptar. y revise este estudio, no me parece que halla armonía con el advenimiento de Cristo y el recogimiento de sus escogidos. gracias.
Bendiciones mis amados agradesco a Dios por sus vidas y por tan exelente material de estudio, que nuestro Dios derrame mas de su Gracia y Sabiduría, para que sigan compartiendo dicho material doctrinal, DLB.
BREVE COMENTARIO CONTRA LOS QUE NIEGAN EL ARREBATAMIENTO (rapto) DE LA ESPOSA DEL CORDERO ANTES DE LA GRAN TRIBULACIÓN. Una de las pruebas mas contundente para los que niegan el Arrebatamiento de la esposa del Cordero (el rapto) antes de la Gran Tribulación, es que las bodas del Cordero jamás… Leer más »
la verdad me gusto mucho tu comentario lo explicaste super bien, bendiciones.
estoy totalmente de acuerdo con usted mi hermano. El hno Yiye Avila tambien asi lo predicaba.
Gracias por su extenso comentario. Solo quiero rescatar dos puntos de todos los versiculos que usted cita. En primer lugar, la palabra de Dios no dice que las «bodas» del cordero seran en el cielo, por ejemplo, cuando dice que una gran multitud alababa a Dios no dice que es… Leer más »
El comentario que hace Nilbia Luna es acertadisimo, no sé cómo usted no puede mirarlo si está más claro que el cristal limpio, es una magistral exposición de arrebatamiento o Rapto que tan claramente le fue revelado al Apóstol Pablo, nunca Dios va a castigar a sus verdaderos hijos con… Leer más »
Y el versículo 4 del cap 19 de apocalipsis no habla de los ancianos, los 4 seres vivientes adorando al que está sentado en el trono? Dónde están esos seres celestiales y dónde está el trono de Dios? En la tierra o en el cielo? Mi hermano, creo que el… Leer más »
no estas mal hermano .. inscribete en un instituto y no engañes a la gente gracias a Dios tengo conociemiento de la palabra y se lo ocurrira … bendiciones y estudia mejor la palabra de Dios en ves de ser ayuda solo vas a confundir a las personas que quieren… Leer más »
cuando dice que la gran tribulacion sera antes del rapto, yo creo que esta confundiendo a la gente porque en la segunda venida de Cristo, que esta sera a la tierra, entonces recogera a los que pasaron por la gran tribulacion. revise este asunto. Dios le bendiga
MIS QUERIDOS HERMANOS PARA MI ES DE MUCHA BENDICION ESCRIBIRLES DESEANDO MUCHAS BENDICIONES Y APROVECHO LA OPORTUNIDAD PARA PEDIRLES LOS ESTUDIOS QUE USTEDES OFRECEN SOBRE EL RAPTO AMEN ESPERANDO PRONTA RESPUESTAS DE USTEDES GRACIAS ATTE JOFFRE HERNANDEZ AMEN